Consejos generales
Si has estado hincándole los colmillos a Monster Hunter Tri para Wii desde que saliera hace ya unos meses, sabrás que representa un desafío de proporciones bestiales y que en ocasiones puede que te sientas algo perdido en la jungla.
¡Pero no arrojes la toalla! Si has buscado por doquier ese objeto preciado sin mucha suerte o te has visto incapaz de superar a algunos de los monstruos más feroces que moran el lugar, nuestros consejos para Monster Hunter Tri te vendrán de perlas.
Esta información viene a arrojar luz sobre algunas de las cuestiones más desafiantes del juego, y con ella podrás convertirte de nuevo en el depredador más temido de la cadena alimenticia.
Objetos difíciles de encontrar
Hay algunos objetos en Monster Hunter Tri que están a la orden del día, mientras que otros parecen más mito que otra cosa por lo poco frecuentes que son. Pero no hay nada que temer, ¡solo tienes que saber dónde buscar! Echa un vistazo a nuestras pistas sobre cómo echarle el guante a algunos de los objetos menos frecuentes del juego.
Perla Jumbo
La Perla Jumbo es un objeto precioso con varios usos, pero no esperes que te aparezca por arte de magia. Si quieres conseguir una, dirígete a la Isla Desierta o al Bosque de Moga, y luego bucea hasta llegar a las pilas de huesos que hay en el fondo marino, en las áreas 10 y 11. Eso sí, que no te sorprenda que tengas que hacer más de un viaje para encontrar lo que buscas: ¡las Perlas Jumbo pueden estar muy ocultas, incluso aunque sepas dónde tienes que buscar!
Piel Sharq
Si crees que la Piel Sharq se consigue al derrotar a un Sharq no vas desencaminado, pero es la forma en que derrotas al animal que te permite hacerte con ella. Cuando hayas debilitado a un Sharq y esté a punto de caer rendido, dale el golpe de gracia con un Arpón. Cuando te hagas con los recursos que te haya dejado el enemigo, encontrarás la Piel Sharq.
Mineral Pelagicita
Este mineral infrecuente se encuentra en las zonas mineras de las áreas 4 y 5 del Bosque Inundado. Busca los cristales rojizos que hay en ciertas paredes y pícalos para desenterrar el Mineral Pelagicita. ¡Y como ocurre con otros recursos difíciles de encontrar, puede que tengas que ser muy persistente para conseguir lo que buscas!
Cómo derrotar monstruos
Con decenas de monstruos esperando a ser derrotados en su hábitat natural, tendrás que convertirte en un cazador versátil y ducho en la materia para tener éxito en tu empresa. Sin embargo, hay ciertas criaturas que pueden entrañar más problemas de los que esperas. Aquí tienes un par de consejos clave para luchar contra algunos de los malos más malos del juego.
Diablos
La primera vez que te encuentras con Diablos en los Llanos Arenosos es normal que sientas la tentación de salir pitando. Este descomunal Wyvern volador está provisto de cuernos y colmillos, y tiene la capacidad de enterrarse antes de lanzar sus mortíferos ataques.
Lo primordial a la hora de enfrentarte a Diablos es saber que es un monstruo susceptible a los ataques de hielo. También es importante evitar ponerse a su alcance cuando ruge, ya que las ondas sónicas resultantes te dejan petrificado en el sitio y vulnerable a sus ataques.
Diablos cargará contra ti, te morderá en el cuerpo a cuerpo y sacudirá su cola con muy mala uva, así que, como en todo combate, tendrás que memorizar los patrones de ataque de tu enemigo para sobrevivir y alzarte vencedor. Pero uno de los consejos más útiles que te pueden venir de perlas tiene que ver con la desaparición de Diablos, cuando se adentra en la tierra. En ese momento, prueba a lanzar una Bomba sónica justo cuando la cola de Diablos desaparece bajo tierra. Una explosión bien coordinada dejará al monstruo paralizado temporalmente para que reciba de lo lindo.
Las Bombas sónicas no servirán de nada cuando Diablos se enfurezca; es entonces cuando la bestia está más débil y con intención de huir por el subsuelo. Si no quieres que eso ocurra, no lo pierdas de vista y márcalo lanzándole una Bola de pintura.
En cuanto venzas a Diablos, nada más trincharlo tendrás a tu disposición una gran variedad de recursos. Quién sabe, a lo mejor te haces con la extremadamente infrecuente Piedra de Wyvern al comprobar la cola del monstruo caído...
Barioth
Más sensible a los ataques de fuego, Barioth es el amo de la región de Tundra y hace gala de una impresionante (y aterradora) agilidad manejándose en el entorno de hielo que habita.
Muchos cazadores han fracasado frente a esta rabiosa criatura de dientes de sable, pero hay ciertos detalles que son esenciales para salir victorioso. Antes de nada, planea tu estrategia defensiva tanto como la ofensiva, para esquivar y contrarrestar los despiadados ataques de Barioth. Atacar directamente sin planear tu defensa no es nada recomendable.
También debes tener en cuenta que las alas, la cola y los afilados dientes de Barioth se pueden romper. Así que, además de ir bien cargado de Bebidas calientes para recuperar salud, tampoco debes olvidar las Trampas escollo y las Trampas choque, pues te servirán para desarmar al Barioth antes de que entres a matar. Apuntar a sus alas hará que se reduzca su movilidad en gran medida, con lo que te será más fácil acercarte y cortar esa lacerante cola que tiene por costumbre lanzarte.
Permanece alerta, no dejes de apuntar a esas partes débiles y, lo más importante, ¡entra en calor si quieres darle a Barioth su merecido descanso!
El dinero manda
Hasta los cazadores de monstruos necesitan dinero para sobrevivir. Si te ves sin blanca, hay muchas formas de incrementar tus ingresos en el juego.
Quizá el recurso más importante a tu alcance para aumentar tus ingresos sea la granja. A medida que completas misiones, se abrirán ante ti más posibilidades granjeras, y deberías hacer buen uso de ellas para sacar el máximo beneficio a las cosechas por las que los extranjeros pagan un buen dinero.
Una forma de hacerlo es agenciarte las Feromonas locas cargándote a montones de Altaroth y Bnahabra en el modo Caza libre. Luego basta con plantar esas Feromonas locas con un Bicho divino (que se encuentra en las áreas de la Tundra, los Llanos Arenosos y el Volcán) durante el ciclo más largo que te puedas permitir para crear una cosecha por la que puedes conseguir interesantes recompensas.