Hamtaro: Ham-Ham Heartbreak

Las aventuras de cualquier hámster corriente se reducen quizás a encontrar una pipa de girasol en una esquina de la jaula o a correr tan rápido dentro de la rueda hasta que dé un repentino giro de 360º. Pero Hamtaro no es un hámster corriente, y qué mejor prueba que Hamtaro-Hamtaro Heartbreak, grandísima aventura en la que intentará que el amor vuelva a florecer. Los problemas comienzan cuando Hamtaro se cae dentro de un charco y se le empapa su diccionario de Ham-Chat, en el que venían todas las palabras que necesitaba para comunicarse con sus demás amigos. Sin embargo, perder unas cuantas "Tack-Q" y "¡Hamha!" no tiene ni punto de comparación con la llegada del malhumorado hámster Spat, quien, con poco más que un gigantesco tenedor, amenazará el amor que reinaba entre los Ham-Hams y se pondrá en medio de unas relaciones que antes eran adorables. Si ya te lo pasaste en grande en Game Boy Color cuando juntaste a todos los Ham-Hams en Hamtaro: Hams-Hams Unite, te van a brillar los ojos con lo que te espera, una sensacional aventura en la que tendrás que ir llenando poco a poco el diccionario de Hamtaro con más de 80 palabras nuevas en Ham-Chat, que servirán para resolver todas las pruebas en siete grandísimos mundos para al final desbaratar los planes del despiadado Spat. "¡Hamha!" y "Tack-Q", dos de las cuatro palabras que se salvaron del chapuzón cuando se cayó Hamtaro al charco, son suficientes para darle conversación hasta a la menos habladora de las "bolas peludas". Con casi todas las charlas aprenderás una palabra nueva y también una pista para adivinar qué vocablo en Ham-Chat resolverá los quebraderos de cabeza de los hámsters. Por ejemplo, Oxnard te enseñará "Bluhoo" (triste) mientras se esté lamentando sobre su amor perdido Pepper, Pepper te enseñará luego cómo decir "Oopsie" (perdón) y, al final, le podrás pedir disculpas a Oxnard en nombre de Pepper... ¡y habrás salvado la relación! Pero no todas las pruebas repartidas por el mundo de Ham-Ham Hearbreak, en el que hay desde playas hasta castillos y casas encantadas por fantasmas, serán tan fáciles. Tendrás que encontrar la manera de levantarle el ánimo a Ham-Hams llorones (pista: las pieles de plátano sólo sirven para una cosa...), juntarte con Bijou y resolver los problemas de los hámsters hablando en pareja y aprender palabras que abren puertas cerradas, otras que sirven para manejar tirachinas o mueven vagones en minas abandonadas. Toda una demostración de la inteligencia que tienen lo roedores para resolver hasta el más complicado problema. Todas las palabras de Ham-Chat garabateadas en el diccionario tienen su propia animación. Y además, con una belleza tal que hasta se te humedecerán los ojos de la emoción, lidiarás batallas de baile con los demás Ham-Hams gracias a las divertidas melodías "Ham Jam". Estos bailes son todo un juego secundario donde el objetivo es ir uniendo movimientos para formar diez canciones secretas que tendrás que DigDig (desenterrar) o Hif-hif (descubrir olisqueando) en el juego principal. Llenar el cerebro de tu pequeño hámster de palabras en Ham-Chat y hacer que vuelva el amor a más de 20 relaciones entre Ham-Hams va a tenerte ocupado durante horas y horas, pero en la vida de este ratoncillo hay muchas más cosas aparte de hablar y unir parejas. Intercambiar bellotas para conseguir pipas de girasol. Visitar el parque temático de Fun Land y pasárselo en grande con tres minijuegos, entre ellos bolos y fútbol (este último jugando con una piña por balón, jeje). O encontrar piedras y pulirlas en la sala "Rubrub" para convertirlas en brillantes piedras preciosas y luego combinarlas para crear accesorios que Hamtaro y Bijou podrán donar al estudio fotográfico del club.

Igual de encantador y divertido que ver a un hámster lavarse la cara, Hamtaro: Ham-Ham Heartbreak significa el debut irresistible y como es debido de Ham-Ham y compañía en Game Boy Advance. ¡Greatchu!