Una pregunta. ¿También envían canciones los miembros del equipo?
Sí. Yo este verano aproveché las fiestas del O-bon para crear una canción. Tardé dos semanas y la envié justo el día que se me terminaban las vacaciones. La revisé alrededor de cien veces para ver si estaba perfecta. No tenía ningún fallo, pero no podía dejar de revisarla. Me encantaba esa canción.
¿Y qué pasó?
Estuve esperando tres semanas, pero mi canción no llegaba a la revisión final. Un día, a la hora de la comida, encendí la Nintendo DS con el corazón en un puño. Habían rechazado mi canción. Me enfadé de lo lindo ese día, te lo aseguro.
(Risas)
Ahora ya sabes cómo se sienten los jugadores que envían una canción y se la rechazan.
Lo pasé muy mal y encima, no tenía ni idea de por qué habían rechazado mi tema, así que, impulsada por el enfado, irrumpí en el despacho de Koichi Kyuma, el director de sonido…
¡Debió de quedarse de piedra!
Le obligué a escucharla otra vez… y encontró diez errores en los diez primeros segundos.
(Risas)
Qué vergüenza tan grande…
Pero ¿no te has desanimado, no? Seguirás mandando canciones, ¿verdad?
Sí. Hasta que lo consiga.
¿Qué te parece si cuando lo consigas, hacemos otro “Iwata pregunta”? Se podría titular: “Noriko Kitamura: El éxito de mi canción”. (Risas)
Estamos hablando de un futuro muy lejano…
Antes de que acabe el año, lo habré conseguido… Creo. (Risas)
Yo propuse que el primer Band Brothers tuviera un “modo Editor”, pero Kitamura fue una de las que se opusieron radicalmente. “Yo no sé leer partituras, así que no quiero una opción así”, me dijo. Te negabas en rotundo y ahora, creas tus propias canciones… He de decir que me alegro mucho.
Aunque me las rechacen. (Risas)
¿Puedes darles algún consejo a aquellos que se dedican en cuerpo y alma a crear una canción y luego no se la aceptan?
Soy la última persona a la que deberían pedirle consejo…
(Risas)
Pero lo más importante, sin lugar a dudas, es que alguna otra persona escuche tu canción antes de enviarla.
¡Creo que me has convencido! (Risas)
Cuando estás creando una canción, te encierras en tu pequeño mundo y pierdes toda la perspectiva.
¡Igual que cuando estás diseñando un juego! (Risas)
Sí. La canción que has creado te empieza a gustar demasiado… Evidentemente, puedes intentar escucharla con objetividad y puedes compararla con alguna canción que hayan enviado, pero al final acabas pensando: “¡Mi canción es la mejor!”. Por eso es absolutamente imprescindible que alguien con la cabeza fría te dé una segunda opinión.
Ya veo. ¿Qué me dices tú, Nishita?
Yo todavía no he enviado ninguna canción, así que no puedo dar ningún consejo… Quizá diría que muchas canciones se rechazan porque tienen demasiados arreglos. Creo que es importante escuchar el original para captar bien el espíritu de la canción antes de hacer la tuya propia. Los revisores tendrán más claro que tu canción es la original y aumentarán las probabilidades de que la aprueben.
Yo intenté hacer eso…
(Risas)
En cualquier caso, tengo la sensación de que gracias a este sistema de envío, cada vez que se añade una canción, estamos creando algo nuevo. ¿Alguna vez se os había pasado por la cabeza que superaríamos las dos mil canciones registradas en tan poco tiempo?
Ni en sueños.
Recordadme cuántas canciones caben en el servidor de Jam with the Band.
Funcionará bien hasta con cinco mil, aunque llegó un punto durante el periodo en que usamos el “sistema de emergencia” en que empezamos a pensar que no iba a ser bastante. Por suerte, la persona que gestiona el servidor nos dijo que se podía aumentar la capacidad y que se tardaría un día. Fue todo un alivio.
Hay un usuario que manda canciones de diez en diez, y canciones de una calidad impresionante. ¡Un día, todas las canciones de la página “Mejores canciones nuevas” eran de ese usuario!
Supongo que es un “súper fan de enviar canciones”. (Risas) ¿Sabéis si ciertos días de la semana se envían más canciones que otros?
Los sábados y los domingos ganan por goleada, por supuesto. Creo que la gente aprovecha los fines de semana para pulir sus creaciones y cuando sienten que ya están, las envían.
Todos los lunes por la mañana entro al servidor a ver cuántos envíos nuevos hay y pienso: “¡Va a ser otra semana muy dura!”.
O sea que los jugadores que cuelgan canciones son muy activos. ¿Qué me decís de las descargas?
Cada usuario se ha descargado veinte canciones de media.
Cada uno puede descargarse hasta cien* canciones, pero estaría bien que pudiera descargarse más. Yo soy muy imprudente y me he descargado algunas canciones al azar, pero parece que hay personas prudentes que aún se pueden descargar otras ochenta y cinco canciones, pero que dudan en descargarse incluso una más. *Nota: En la versión europea de Jam with the Band, el jugador podrá descargarse otras cincuenta canciones a través de la conexión Wi-Fi de Nintendo.
De hecho, yo soy una de esas personas. Utilizo la opción de escuchar un avance una y otra vez antes de descargarme una canción, a pesar de que soy yo la que revisa y da el visto bueno a las canciones. Supongo que soy incapaz de descargármelas.
De hecho, esa opción es mucho más popular de lo que esperábamos. El número de personas que escuchan una muestra frente al de personas que descargan es altísimo, ¿verdad?
Tengo aquí algunos datos al respecto. A uno de septiembre de 2008, el número de descargas era de 3.940.000, mientras que el número de muestras escuchadas era de 18.120.000.
Entonces, se podría decir que de media hace falta escuchar cuatro o cinco muestras para descargarse un tema. Todo el mundo tiene que elegir con mucho cuidado qué canción se descarga.
Yo espero de corazón que todo el mundo elija cien canciones que le gusten mucho. (Risas)
De acuerdo, me gustaría concluir este encuentro preguntándoos a los dos sobre qué ambiciones tenéis para el futuro.
Yo quiero hacer “Band Brothers International”. Me encantaría que los jugadores pudieran disfrutar también de la música occidental. Mi sueño es recibir canciones de todo el mundo. Dicho esto, las perspectivas de conseguirlo no son nada halagüeñas teniendo en cuenta el tema de los derechos de autor de dicha música. No sé si seremos o no capaces de conseguirlo, así que supongo que es más un gran sueño que una ambición.
¡Imagínate la cantidad de trabajo que tendríamos los “sirvientes”! (Risas)
Tendríamos que hablar largo y tendido sobre la internacionalización de los “sirvientes”.
(Risas)
¿Qué ambicionas tú, Kitamura?
Con el actual sistema de revisión, hacemos esperar a los jugadores, así que evidentemente me gustaría encontrar un sistema nuevo que nos gustara más a todos. Sería genial.
Es algo muy importante, la verdad, pero ¿de verdad se limitan a eso tus ambiciones?
¡Quiero que acepten por lo menos una de las canciones que mando! ¡En este momento, esa es mi principal ambición! (Risas)
Eso pensaba yo. (Risas) Os contaré lo que ambiciono yo para terminar. Quiero que el menor número de personas posible desconozca las posibilidades que les ofrece internet. En Japón, el porcentaje de conexiones realizadas a través de juegos de la Nintendo DS que utilizan la conexión Wi-Fi sigue siendo inferior al treinta por ciento. Sin embargo, en el caso de Jam with the Band, el porcentaje alcanza el sesenta por ciento. Aun así hay usuarios que no saben que pueden descargarse canciones. A mí me parece un auténtico desperdicio. Es sencillísimo descargarte las cien canciones que te gusten. Si no tienes conexión inalámbrica en casa, puedes usar una de las estaciones de descarga DS que hay en las tiendas*. Espero que todo el mundo cree su propia versión de Jam with the Band descargándose sus canciones favoritas.Muchas gracias por venir. *Nota: El servicio estación de descarga DS no está disponible en Europa.
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