¿Cómo entraste tú en el mundo de los videojuegos, Ikeda?
Sí. Soy Kohei Ikeda, el productor de este juego. La primera vez que vi un videojuego estaba en primero de primaria y fue cuando salió al mercado Super Mario Bros.6. Quería jugarlo por encima de todo y convencí a mis padres de que me lo compraran, pero no teníamos adaptador VHF con dos salidas, así que fui yo solo a comprármelo. 6Super Mario Bros.: juego de acción para la NES que salió a la venta en Japón en septiembre de 1985.
¿Tantas molestias te tomaste aún siendo tan pequeño?
Sí. Me ayudaron un poco, pero todavía recuerdo el momento en que conecté la consola a nuestra vieja tele. Estaba tan emocionado que grité y todo. Me impactó muchísimo poder mover al Mario que aparecía en la pantalla.
En aquellos años, mucha gente experimentó por primera vez lo que era mover lo que salía en la pantalla con un mando que tenían en la mano.
Es cierto. Así empezaron a gustarme los videojuegos. Al principio, jugaba con los amigos de mi barrio y era divertidísimo que los personajes se movieran como yo quería. Años después, cuando hacía sexto, un amigo me invitó a ir con él a la sección de videojuegos de un centro comercial y probamos Street Fighter II7. La idea de competir frente a frente era muy novedosa. 7Street Fighter II: juego de lucha que llegó a las recreativas de la mano de CAPCOM en 1991.
Competir contra un desconocido era una experiencia única.
Sí. Me puse al lado de los que estaban jugando y los observé con los brazos cruzados. Si ganabas, seguías jugando, así que yo quería ser buenísimo. Eso de comunicarse con un desconocido a través de un videojuego era una sensación muy novedosa.
Yo creo que la regla de “el que gana, sigue jugando” surgió de forma natural.
Es verdad. Cuando siendo adolescente empecé a ir a las salas recreativas, solo el entrar me parecía emocionante y allí se podía probar algo vanguardista. Fue más o menos cuando salió Virtua Fighter 28, cuando me aficioné de verdad a los juegos de lucha. Todavía iba al colegio, pero practicaba mucho, así que ganaba hasta a adultos de veintitantos e incluso cuarenta y tantos años. 8Virtua Fighter 2: juego de lucha que llegó a los recreativos de la mano de SEGA en 1994.
Un colegial que gana a los adultos en los videojuegos.
Exacto. Trabamos amistad y salíamos a comer juntos o charlábamos. Yo me lo pasaba en grande. Después de un tiempo empezamos a decir: “Oye, habrá jugadores mejores que nosotros en otras ciudades. ¡Vamos a probar!”. Y los fines de semana, me iba con ellos en su coche de excursión.
¡Es increíble! ¿Te ibas de viaje a otras ciudades? (Risas)
Sí. Esa experiencia me ayudó a ser quien soy. El poder relacionarme con personas a las que no conocía era toda una novedad para mí. Por otro lado, cuando nos enterábamos de que iba a venir algún jugador nuevo, lo esperábamos y le decíamos: “Vale. ¡Quedamos en las recreativas a tal hora!”. (Risas)
Ah. ¿Un duelo? ¿Retabais a todo el mundo como los luchadores de artes marciales?
Sí, pero perdí alrededor de treinta partidas seguidas. (Risas) Después, la gente me decía: “Mejorarás si haces tal cosa” o “Prueba tal otra. Está muy bien”. Era capaz de comunicarme con la gente cara a cara. Eso es lo mejor de los juegos de lucha y por lo que también me encantan los recreativos. Quería ser partícipe de aquello de alguna manera.
Viajes a otras ciudades, retos... No hay duda de que creciste rodeado de juegos de lucha.
Jugar a ese tipo de juegos cuando aún vas al colegio es tan emocionante que no lo puedes controlar.
Sí, yo no me podía controlar. (Risas) Cuando terminé el instituto, estaba empezando la era en la que lo último en el mundo de los videojuegos eran las tres dimensiones, así que me apunté a una academia de desarrollo de videojuegos a estudiar gráficos y movimiento 3D. Por aquel entonces, estaba enganchado a Virtua Fighter y en una ciudad que se llama Machida, había unas salas recreativas muy famosas, así que me alquilé allí un piso.
¿Cómo? ¿Decidiste irte a vivir a Machida por sus recreativas?
Así es. (Risas) Aunque a mis padres no se lo conté.
Los juegos de lucha eran tu prioridad en la vida. (Risas)
Eran unas recreativas muy famosas, así que iba todo tipo de gente y yo me lo pasaba en grande todos los días. Había estado trabajando media jornada en Enterbrain9 grabando combos10 para Tekken y cuando terminé la academia, aquella experiencia me ayudó a conseguir un trabajo en dicha empresa. Estuve trabajando allí alrededor de seis años como director de una revista mensual que salía con un DVD. Se llamaba Monthly Famitsu Wave11.Yo me encargaba de la planificación y los vídeos. 9Enterbrain: editorial con sede en Chiyoda, Tokio. 10Combo: combinación de movimientos propia de los juegos de lucha. En la saga Tekken, los jugadores pueden dar hasta diez golpes seguidos si pulsan los botones en el orden adecuado. 11Monthly Famitsu Wave: revista mensual sobre videojuegos que incluía un DVD. La publicaba Enterbrain y estuvo en circulación entre 1998 y 2011.
Las imágenes son muy importantes para mostrar la magia de los videojuegos.
Sí. En mi trabajo, procuraba crear cosas interesantes desde el punto de vista del jugador. Creo que allí aproveché toda mi experiencia.
¿Conociste a Harada cuando estabas trabajando en Monthly Famitsu Wave?
Sí. De hecho, lo entrevisté una vez. Además, me encantaba Tekken, así que emprendí un proyecto que se llamó “Tekken: derrota a cien enemigos” para intentar despertar el interés por el juego. Elegía al azar una parada de la línea Yamanote, me bajaba allí y me pasaba dos horas en cada salón de recreativos intentando ganar cien partidas en un día.
¿Y jugabas contra la gente que te encontrabas allí?
Sí. Todo era real. Iba y jugaba contra quien fuera.
El vídeo era graciosísimo. Todos los del equipo nos partíamos de risa al verlo.
De eso me enteré después y me alegré mucho.
Tanto los viajes que nos has contado antes como los duelos son situaciones llenas de dramatismo. Da la impresión de que a ambos os gusta tanto jugar que vuestra auténtica motivación es buscar a otras personas que comprendan esa afición. Los dos... os parecéis mucho. (Risas)
Ahora que lo dices, sí que me parece que tenemos mucho en común.
Bueno, Ikeda, ¿cómo acabaste metido en el equipo de Tekken?
Cuando preparamos el DVD para Tekken 512, se nos ocurrió la idea de invitar a jugadores famosos de Japón y Corea del Sur a competir, así que nos fuimos a unos recreativos de Corea del Sur. Había tres jugadores que representaban a dicho país, otros tres que representaban a Japón y más de sesenta espectadores surcoreanos. Lo grabamos allí. Si lo ves, se nota que no estábamos jugando en casa. 12Tekken 5: juego de lucha que llegó a las salas recreativas en noviembre de 2004 y a las consolas en marzo de 2005.
Os colasteis en territorio enemigo.
Exacto. Me acuerdo que durante el torneo se respiraba tensión en el aire, igual que en los partidos de fútbol y baloncesto que juega Japón contra Corea del Sur. Sin embargo, después de la competición, congeniamos muchísimo. Salimos a cenar con ellos y jugamos a Tekken. No compartíamos idioma, por eso me di cuenta que los juegos de lucha se parecen a los deportes en que sirven para comunicarse. Más o menos por aquel entonces, Namco empezó a buscar gente con algo de experiencia para el proyecto de Tekken, así que mandé el currículo. Sentí que todos los proyectos que había hecho y que aquel viaje a Corea del Sur estaban relacionados con Tekken.
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